Ernest Pignon
en la trinchera
Ernest Pignon, nació en Niza en 1942 y fue uno de los pioneros del arte urbano.
Su primera
intervención fue en 1966, conmovido ante la noticia de la creación de la Fuerza
de Ataque Nuclear Francesa, decide llevar a cabo una intervención en protesta.
Esta primera intervención tendrá elementos comunes al resto de sus trabajos,
investigación histórica primero y luego resolver como llevar a cabo
técnicamente la idea.
Investigando la
trágica historia de Hiroshima, decidió representar aquella sombra impresa sobre
un muro de la ciudad japonesa, una víctima de la cual sólo quedó ese registro.
Dándose cuenta que era imposible representar mediante el dibujo o la pintura a miles de víctimas, se decide por una técnica que le permita obtener múltiples ejemplares, el estarcido fue la elegida y le permitió cubrir todas las paredes, rocas, caminos aledaños a la sede de la Fuerza de Ataque con aquella silueta carbonizada…
Plateau d'Albion, Vaucluse – 1966
LA COMUNA
A propósito de esta obra Pignon declaró:
“…cuando uno ha leído a
Rimbaud, en realidad, uno sabe que no se puede hacer un retrato de él. Quiero
decir que no podemos hacer un Rimbaud en mármol, en bronce, un Rimbaud en un pedestal
o en un marco. Creo que hay “materiales” que por su naturaleza (los sentidos
que les son adheridos) negarán, limitarán, traicionarán lo que a uno le
gustaría expresar a través de ello…”
Pignon, no solamente realiza una minuciosa investigación histórica
sobre el tema a tratar, también tiene en cuenta que la técnica y el soporte
sean los adecuados a la historia que narrará y va más allá, la calle, el
espacio, el ámbito donde la imagen será fijada debe ser acorde al tema también,
es una puesta en escena completa. Pignon no coloca una obra de arte en la
calle, trata de convertir a la calle en una obra de arte.
Como artista comprometido con las temáticas sociales realiza la
intervención en la ciudad de Calais, sobre el grave problema del desempleo,
nuevamente será la serigrafía sobre papel la técnica elegida. Esta vez la
inspiración vendrá de la mano de los Burgueses de Calais, una de las más
famosas obras del escultor Auguste Rodin. Pignon, recreará una versión
actualizada de aquel dolor y desesperanza plasmados en el broce por Rodin.
A lo largo de su prolongada carrera, Pignon ha mantenido su temática
de lucha social actual, no sólo en Francia, sino que la ha llevado a lo largo
del mundo, siempre utilizando las herramientas del grabado o del dibujo.
Comuna de París*: Fue un movimiento
revolucionario que en 1871 instauró el primer gobierno de clase obrera en el
mundo y que duró dos meses, finalizando con una sangrienta represión que
produjo aproximadamente 20.000 muertos
En 1978, Pignon comenzó el que posiblemente sería uno de sus
trabajos más conocidos, Rimbaud, un homenaje al joven poeta francés,
reproduciendo su imagen en serigrafía a un solo color, negro, sobre papel
prensa, una obra, materialmente efímera, con la cual cubrió los muros de varias
ciudades francesas
A propósito de esta obra Pignon declaró:
“…cuando uno ha leído a
Rimbaud, en realidad, uno sabe que no se puede hacer un retrato de él. Quiero
decir que no podemos hacer un Rimbaud en mármol, en bronce, un Rimbaud en un pedestal
o en un marco. Creo que hay “materiales” que por su naturaleza (los sentidos
que les son adheridos) negarán, limitarán, traicionarán lo que a uno le
gustaría expresar a través de ello…”
Pignon, no solamente realiza una minuciosa investigación histórica
sobre el tema a tratar, también tiene en cuenta que la técnica y el soporte
sean los adecuados a la historia que narrará y va más allá, la calle, el
espacio, el ámbito donde la imagen será fijada debe ser acorde al tema también,
es una puesta en escena completa. Pignon no coloca una obra de arte en la
calle, trata de convertir a la calle en una obra.
Como artista comprometido con las temáticas sociales realiza la
intervención en la ciudad de Calais, sobre el grave problema del desempleo,
nuevamente será la serigrafía sobre papel la técnica elegida. Esta vez la
inspiración vendrá de la mano de los Burgueses de Calais, una de las más
famosas obras del escultor Auguste Rodin. Pignon, recreará una versión
actualizada de aquel dolor y desesperanza plasmados en el broce por Rodin.
A lo largo de su prolongada carrera, Pignon ha mantenido su temática
de lucha social actual, no sólo en Francia, sino que la ha llevado a lo largo
del mundo, siempre utilizando las herramientas del grabado o del dibujo.
SIDA,
2002, serigrafía, Soweto, Sudáfrica. Tomando como punto de partida una
emblemática imagen de una víctima de la sangrienta represión de estudiantes en
1976, por parte de la policía sudafricana, Pignon crea un doloroso emblema de
una realidad que azota a las poblaciones pobres de África.
Prometeo,
1982, serigrafía. Pignon retoma el mito de Prometeo y el fuego, pero en este
caso las imágenes, contemporáneas, son fijadas a las instalaciones de una
planta nuclear.
Cuatro
años más tarde se produciría el desastre nuclear de Chernobyl…
Se podría concluir sin lugar a dudas, que Ernest Pignon, no sólo es
uno de los pioneros en llevar el arte a las calles, es posiblemente el más
comprometido de todos con la realidad social que le rodea. Posee además un
concepto casi único en la creación de la obra, de la integración de esta con el
espacio que la rodea, y digo casi, porque es el mismo concepto que utiliza el
francés Zilda, artista neo romántico, aunque, en este último caso, Zilda
utiliza el dibujo de manera excluyente.
Desalojos,
1978, serigrafía
Comuna de París*: Fue un movimiento
revolucionario que en 1871 instauró el primer gobierno de clase obrera en el
mundo y que duró dos meses, finalizando con una sangrienta represión que
produjo aproximadamente 20.000 muertos
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