Detalle del aguafuerte conocido como "El pequeño prisionero"
Los Prisioneros es una serie compuesta de
tres grabados al aguafuerte de Francisco de Goya, en las que el genial artista zaragozano,
pone en el tapete un tema caro al movimiento cultural e intelectual de la
ilustración al que él pertenecía, la denuncia de la tortura judicial, es decir, la aplicación legal del tormento a un reo, cualquiera fuera su delito tanto como
castigo o medio para hacerlo confesar.
Para poner en contexto estas denuncias,
recordemos que hasta 1808, momento de la invasión francesa a España, en este
reino estaba vigente la Inquisición y lo siguió estando, una vez recuperado el
poder por los españoles hasta 1835, año de su derogación.
No se conoce la fecha exacta de la
ejecución de estos tres grabados, pero sin duda, por el estilo muy similar a
los desastres de la guerra fueron realizados entre 1810 y 1815. Este período
histórico corresponde a la ocupación francesa de España y, si bien los
franceses eliminaron los tribunales inquisitoriales, tampoco se quedaron cortos
a la hora de aplicar todo tipo de torturas y vejámenes a sus prisioneros, tal
como el mismo Goya ilustra en su serie los desastres de la guerra.(1*)
"Si
es delinquente (sic. en el original) que muera presto", aguafuerte, 25 x 19 cm.
"La seguridad del reo no exige tormento", aguafuerte, 29 x 21 cm.
Boceto a la tinta del grabado anterior. Como se puede ver, la imagen invertida nos indica que Goya no se preocupó por realizar un calco y transferirla invertida para respetar la postura del estudio preparatorio.
"Tan bárbara la seguridad como el delito", aguafuerte, 11 x 8,5 cm. Debido a su pequeño tamaño, también se conoce esta obra, como "El pequeño prisionero". Goya tan elocuente tanto con la imagen como con los títulos que emplea para sus obras, en este caso equipara la acción de delicuente con la del brazo judicial.
Si bien Goya era, por sus ideas un liberal (2*) y un hombre de la ilustración, era sin dudas, un adelantado a su tiempo, tanto en su faz artística como humana, ya que no temió plasmar. de manera soberbia, sobre el cobre las críticas que el consideraba justas, fuera quien fuese el destinatario y el poder que este tuviera, ni dejar de denunciar las brutalidades y horrores sufridos por las víctimas.
Estas posturas le valieron el exilio en Burdeos, Francia ( Donde cuatro años más tarde fallecería) al retomar el poder el absolutista Fernando VII en 1824.
2*Si bien hoy liberalismo tiene una connotación negativa, fue una filosofía política y jurídica que defendía la libertad individual, la igualdad ante la ley, y una reducción del poder del Estado. Los líderes de la Revolución francesa y la Revolución americana se sirvieron de la filosofía liberal para defender su rebelión contra la monarquía absoluta.
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