ARTISTAS DEL FROTTAGE: Adriena Šimotová
FANTASMAS EN EL PAPEL
“Comprendí entonces que yo también estaba
muerta y pensé que para mí la desesperación y la felicidad también estaban
muertas. Pero ahora veo que la vida continúa, que puedo volver a vivir, aunque
llevo dentro de mí la huella de todo lo que constituía mi mundo desvanecido”
Desde su adolescencia, a su país le tocó transitar una larga y dura etapa. Primero la ocupación nazi, que llevó acabo en Checoslovaquia, una de las represiones más brutales de la segunda guerra mundial, luego la ocupación soviética y la instauración de una dictadura comunista. Cuando hubo una luz de esperanza con la primavera de Praga, en 1968, los tanques soviéticos, rápidamente la extinguieron.
Sin embargo, fue una figura dominante tanto en la escena artística checa de principios de la década de 1970 como en la lucha política de la vanguardia en Praga, en contra del arte oficial del Estado.
Después de varios acontecimientos políticos y dificultades personales, como la muerte de su esposo en 1972 seguida de la muerte de su hijo, abandonó la abstracción por la figura humana, que se convirtió en el tema principal de su trabajo.
Ella llevó a través del collage, el dibujo y la técnica del frottage, la expresión del cuerpo sufriente, del dolor a un nivel poético. Esa fue la base de su enfoque artístico, al más alto nivel de significado simbólico.
Realizó frottage sobre cuerpos humanos, esos registros sutiles, evanescentes, fantasmales de seres que ya no están.
Sus primeros trabajos fueron en blanco y negro, grafito sobre papeles orientales de escaso gramaje que posteriormente se montaban sobre soportes más rígidos.
Más adelante comenzó a incorporar pigmentos de colores vibrantes a sus trabajos. La incorporación del color se debe, como ella misma lo refirió... "Puede ser que haga cosas tristes, puede ser que haga cosas difíciles, pero no hago cosas desesperadas, siempre hay esperanza"
Adriena Šimotová
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