Autorretrato, xilografía, 1925
Der Krieg - la Guerra
Käthe Kollwitz, fue una grabadora y escultora alemana,
nacida en 1867, los años de la formación del imperio Alemán, bajo hegemonía
prusiana.
Su padre, abogado, debido a sus simpatías políticas hacia la
socialdemocracia debe ganarse la vida como maestro albañil, aunque asesora jurídicamente a los trabajadores, que serían
los primeros modelos de Käthe.
Imposibilitada de acceder a la universidad por ser mujer,
ingresa a la Escuela de Artes para mujeres en Berlín.
Taller de la escuela para mujeres. Kollwitz, dentro del círculo blanco
Es allí donde descubre la técnica del grabado al tomar contacto con el realismo social de Max Klinger, influenciado por los trabajos de este, tanto técnica como temáticamente, comienza lentamente a comprender que, para lo que ella desea transmitir en sus obras, el grabado, más que la pintura, le proporciona un lenguaje adecuado.
La marcha, Max Klinger, 1883
Durante ese período, trabaja preferentemente en litografías
y planchas de metal, plasmando en ellas escenas de las luchas y las miserias de los
trabajadores
Revuelta de los campesinos, aguafuerte, 1899
Madre y niño muerto, aguafuerte, buril, 1903
1914, el año de la tragedia
El 28 de Julio de 1914, comienza lo que más tarde se denominaría, Primera Guerra Mundial.
Los dos hijos de Kollwitz se ofrecen como voluntarios, el mayor, Hans, estudiante de medicina y Peter, menor de edad.
Peter necesita el permiso de su padre, el Dr Karl Kollwitz para incorporarse a filas, este intenta de todas maneras, junto a su hermano Hans de disuadirlo, pero no lo logran.
Käthe Kollwitz, se opone a la guerra, pero se da cuenta de que su hijo jamás cejará en el esfuerzo, y es ella quien convence a su marido de que le permita ingresar en el ejército.
Un año antes había escrito:
"Hace años que no lo veo llorar, solo de niño, y ese sollozo aturdido, casi roto, es en lo que siempre pienso. Que él también llorará cuando yo muera. Incluso si es un hombre. Es suave y muy amable”
Kathe Kollwitz, junto a sus hijos,
Hans y Peter
Sin embargo ese pensamiento, no se concretaría, por que Peter moriría en una trinchera de Bélgica unos meses más tarde.
Este fue un golpe del que jamás se recuperó. Durante el resto de la guerra comienza a realizar tareas solidarias, asistiendo a las mujeres, que se han quedado solas y sin sustento, a los civiles que padecen hambre y malnutrición, debido al bloqueo y a las políticas que aplican los comandantes del ejército, que son quienes en definitiva manejan en esos años el país.
1919, el sufrimiento plasma en Arte
En 1919, Kollwitz comienza a trabajar en una serie de estudios que desembocarán en una carpeta de siete grabados, donde pretende plasmar "aquellos años indeciblemente difíciles" según sus propias palabras.
Kollwitz no encuentra los medios técnicos ni el lenguaje visual apropiado para traducir tanto dolor, hasta que, en 1920 asiste a una exposición de xilografías de Ernst Barlach.
El cazador de perros, Ernst Barlach, xilografía, 1920
Se da cuenta entonces, que la xilografía es la técnica que le proporcionará el lenguaje adecuada para expresarse, y reformula sus estudios previos simplificándolos y plasmándolos finalmente en siete grabados en blanco y negro, donde representa a las víctimas del "frente interno". Padres y madres que han perdido a sus hijos, viudas y huérfanos, todos unidos por un dolor infinito.
Sólo una de las obras que componen la serie muestra un grupo de combatientes, Die Freiwilligen -Los voluntarios- donde se aprecia a la muerte, que a tambor batiente, comanda un grupo de jóvenes voluntarios, entre los que se encuentra su hijo Peter, inmediatamente detrás de aquella, que parece rodearlo con su brazo.
Serie "Krieg" - Guerra-
Los voluntarios, xilografía, 1921-1922
La muerte, que a tambor batiente, comanda un grupo de jóvenes voluntarios,
entre los que se encuentra su hijo Peter, inmediatamente detrás de aquella,
que parece rodearlo con su brazo.
Viuda I, xilografía, 1921-1922
Una mujer, sin nadie que la consuele se abraza a si misma
debajo de sus brazos se aprecia un vientre prominente,
posiblemente esté embarazada
Los padres, xilografía, 1921-1922
En esta obra, como en "Las madres", la fuerza del abrazo y del dolor,
lleva a Kollwitz a crear un bloque sólido de cuerpos.
Viuda II, xilografía, 1921-1922Sin el sostén de su marido, ni la asistencia del estado, está viuda yace muerta
en el suelo, con su hijo, probablemente muerto también.
La ofrenda, xilografía, 1921-1922 esta imagen, donde la mujer, que tiene los rasgos de Kollwitz
ofrece a su hijo pequeño al sacrificio, hace como en el caso de "Los voluntarios", a su propia tragedia personal
El pueblo, xilografía, 1921-1922
Las madres, xilografía, 1921-1922
Dos, de los siete grabados, son auto referenciales, mientras que el resto alude al dolor colectivo y anónimo de la gran masa de víctimas, sí, víctimas, por que si bien no combatieron en el frente, vivieron las penurias de la población urbana sobre todo y sufrieron las pérdidas de sus familiares, sus padres, esposos, hijos.
Es esta serie, sin duda, junto a las de Otto Dix y Francisco de Goya, las que de manera más cruda retratan la guerra y sus sufrimientos. Si bien a menor escala que las otras dos, esta tiene la particularidad de focalizar su atención en los civiles, por que incluso, el grabado Los voluntarios, se refiere a civiles que han decidido combatir.
Se hace difícil pensar, que si estas imágenes hubieran sido grabadas al aguafuerte o realizadas sobre la piedra litográfica, hubiesen alcanzado la intensidad dramática que la xilografía les proveyó.
Käthe Kollwitz vivió una existencia signada por la persecución y la tragedia, por su condición de mujer y militante de la social democracia primero y del comunismo luego de la guerra.A raíz de estas nuevas simpatías políticas viaja en 1927 a la Unión Soviética sintiéndose profundamente decepcionada por lo que ve allí.
La pena por la muerte de su hijo le acompañó el resto de su vida.
Fue tildada de artista degenerada por el régimen nazi, sus obras fueron confiscadas y expuestas en la Exposición de Arte Degenerado.
En 1940 fallece su esposo y durante los bombardeos aliados, su taller con toda la obra allí reunida, es destruido.Poocos días antes de la finalización de la segunda guerra mundial fallece en Moritzburg, en casa de un familiar donde se había trasladado para evitar las persecuciones.
A pesar de todos estos infortunios, jamás dejó de crear, llevada por lo que podríamos definir como un pesimismo vital.
Esta serie sobre la guerra constituye, junto a la monumental "Los desastres de la guerra" de Goya y "Der Krieg" ( La guerra) de Otto Dix, uno de los manifiestos antibélicos más poderosos creados por el Arte. La obra de Kollwitz, mucho mas pequeña en cuanto a cantidad de grabados que la constituye, respecto a las dos mencionadas, no le va en zaga sin embargo, a la carga de dolor y sufrimiento, tanto, que se hace a veces insoportable al espectador.
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